Me gusta imaginar que cada ser humano llegó a planeta tierra programado con una colección de momentos o experiencias que se irán presentando inesperadamente a lo largo de sus años y que estas están destinadas a ser tan hermosas a su manera, que ponerlas en palabras sea algo imposible de hacer sin devaluarlas, con el simple y único propósito de que estas se vuelvan algo puramente suyo (tuyo) por siempre.
Me gusta imaginar que cada ser humano llegó a planeta tierra programado con una colección de momentos o experiencias que se irán presentando inesperadamente a lo largo de sus años y que estas están destinadas a ser tan hermosas a su manera, que ponerlas en palabras sea algo imposible de hacer sin devaluarlas, con el simple y único propósito de que estas se vuelvan algo puramente suyo (tuyo) por siempre.